La ciudad de Tulsa, Oklahoma, está apostando todas sus fichas al mundo del trabajo remoto. Quizás recuerden a Tulsa como aquella ciudad a la que Chandler Bing tiene que mudarse como castigo luego de quedarse dormido en una reunión de trabajo (si me permiten la referencia ultra millennial) — la verdad no se me ocurre mucho más que haga a Tulsa memorable. Pero por eso Tulsa está ahora apostando por atraer talento creativo, innovador y digital, y qué mejor lugar que SxSW, el festival creativo más grande del mundo, para presentar las bondades de Tulsa como pulmón creativo.
Es casi la medianoche de alguna de las infinitas noches que pasé en SxSW este año y yo ya me quiero ir a dormir, pero la comitiva de peruanos con la que me encuentro me convence de ir por una cerveza más, la última de la noche supuestamente, a Tulsa House: la casa que la ciudad de Tulsa ha alquilado en Austin para recibir a los asistentes a SxSW y convencerles de que Tulsa es el futuro a punta de trago gratis y entretenimiento en vivo. Yo ya me quiero ir a dormir, pero bueno, una última cerveza nunca le hizo mal a nadie, ¿verdad?
Veinte minutos después estoy en medio del concierto en vivo de una banda de vientos de metal — esa formidable combinación de la trompeta, el trombón, el cuerno francés, y su acompañante más importante: la tuba — que ha llegado, como no podría ser de otra manera, de Tulsa, Oklahoma, para interpretar entre otras una selección de canciones de Beyoncé y Rage Against the Machine. En tuba. Mientras tomamos cerveza gratis y empezamos a pensar, sabes, Tulsa no puede estar tan mal. Quizás valga la pena ubicar dónde se encuentra en el mapa.
Esto es, palabras más palabras menos, una noche cualquiera en SxSW, el festival de música, cine, y medios interactivos que durante diez días reúne a decenas de miles de personas en el centro de la ciudad de Austin, Texas. Un gran lugar para ir a recargar energías creativas y enterarse de lo que está pasando en múltiples frentes del mundo de la tecnología y la creatividad digital, para conocer gente nueva y reencontrarse con gente vieja, y gastar demasiado dinero en Uber.
Escribo este recuento literalmente en el avión regresando de Austin, tratando de sintetizar rápidamente mis impresiones y aprendizajes luego de cinco días de paneles y presentaciones y con el cerebro completamente seco de tanto contenido (las cosas que hago por ustedes, querida comunidad mutante). El año pasado, de lo más importante que se hablaba sin parar era del metaverso, los NFTs, y la criptoeconomía: Meta acababa de cambiarse de nombre, tener NFTs era cool y yo no me moría de miedo de abrir mi billetera de crypto. Pero ha pasado un año desde entonces, y todo ha cambiado: ni metaverso, ni NFTs, ni abro mi billetera de crypto hace varios meses porque lo que no sabes no puede hacerte daño.
Del SxSW de este año me llevo tres grandes ideas que trataré de desempacar sin aburrirles en el intento:
La inteligencia artificial lo está transformando todo.
Los humanos somos responsables de lo que pase a continuación.
Aún quedan extraños, nuevos mundos por explorar.
Ese es el mega resumen, por si tienen que dejar de leer ahora. Pero estas son ideas bastante grandes, así que creo que vale la pena entrar en un poco más de detalle. Espero sepan disculparme por anticipado, porque esta será una entrega larga y tenemos mucho terreno por cubrir — felizmente está en cómodas cuotas para que puedan leerlo por partes.
Y por si les quedaba alguna duda: no, no estoy pensando mudarme a Tulsa.
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